Korgan Yelmo-Pétreo
Biografía
Korgan Yelmo-Pétreo no es un rey de salones dorados ni un thane cuya barba esté adornada con las joyas de mil victorias. Es un carcelero. Un centinela. El líder de un clan nacido no de la gloria, sino del deber más sombrío que un enano puede soportar: la vigilia eterna ante un horror sin nombre.
Descendiente directo de Kaelen el Sellador, el fundador del Clan Guardián del Abismo, Korgan heredó más que un título; heredó un juramento grabado en el alma de su linaje. Sus ancestros, una rama exploradora del Clan Picohierro, no encontraron vetas de mithril ni corazones de diamante en las profundidades de las Montañas del Eco Silencioso. Descubrieron una herida en la realidad, una fisura planar que sangra la corrupción del Vacío, un eco enfermo del Cataclismo del Lilium que amenaza con devorar Valtoria desde sus cimientos. La canción de cuna de su infancia fue el zumbido monocorde de los sellos arcanos, y su primer martillo no forjó hachas de guerra, sino Runas de contención en las paredes de su hogar-prisión, la fortaleza de Alfor.
Con 285 años, la juventud enana ha dado paso en él a una madurez pétrea. Su ascenso a líder del clan no fue una elección, sino una inevitabilidad. Asumió el mando cuando su padre, Borin, fue consumido al reforzar un sello debilitado. Este sacrificio marcó a Korgan para siempre, cimentando en él una pragmática y severa determinación. Su única motivación, el motor que impulsa cada uno de sus días, es la integridad de los sellos. Cada temblor en la roca, cada susurro antinatural en los túneles, es un recordatorio de su posible fracaso.
Esta sagrada misión lo ha aislado. Su relación con el Concilio de la Montaña de Valtoria es una cuerda tensa a punto de romperse. Exigen saber qué tesoros o peligros oculta su clan con tanto celo, sospechando que acaparan una fuente de poder. Korgan se niega a revelar la naturaleza completa de la amenaza, convencido de que la verdad desataría un pánico que los Cazadores de Sombras o clanes codiciosos como Agrietacero no dudarían en explotar. Solo el Círculo Interior de la Torre de las Estrellas, con el Archimago Thalios a la cabeza, conoce fragmentos de la verdad y le brinda el apoyo arcano necesario para mantener el equilibrio, en un pacto de silencio que pesa sobre sus hombros como una montaña.
Hazañas Notables:
- La Reforja del Sello de Kaelen: Lideró el ritual para reforzar el sello principal tras una brecha que casi libera a una entidad aberrante, utilizando su propia sangre para inscribir las Runas finales en el corazón de la fisura.
- La Purga de los Susurradores: Descubrió y aniquiló una célula de los Cazadores de Sombras que se había infiltrado en los túneles exteriores de Alfor, impidiendo que realizaran un ritual para debilitar los sellos desde dentro.
- El Pacto del Silencio: Se presentó ante el Círculo Interior de la Torre de las Estrellas y, a través de la pura fuerza de su convicción, les convenció de mantener su secreto a salvo del Concilio, ganándose su respeto y una alianza vital.
Descripción Física y Equipamiento
Korgan es la personificación de la montaña misma: ancho de hombros, de constitución robusta y con una presencia que impone silencio. Su rostro, enmarcado por una barba negra como el carbón, está surcado de finas cicatrices y siempre lleva un ceño fruncido de concentración. Sus ojos, de un gris profundo como el granito pulido, rara vez muestran emoción más allá de una vigilancia implacable. Su barba y su cabello están trenzados con complejos nudos Enanos, entrelazados con finos hilos de mithril y pequeñas Runas de obsidiana que actúan como talismanes de protección.
Su equipamiento es funcional, austero y forjado para un propósito sagrado:
- Martillo Rúnico “Guardián del Silencio”: Más una herramienta ceremonial que un arma de guerra, este martillo de guerra pesado tiene una cabeza de acero rúnico y obsidiana. No está diseñado para aplastar cráneos, sino para golpear los yunques rúnicos y canalizar la energía de los sellos. Se dice que su impacto resuena no con el clangor del metal, sino con el silencio del Vacío.
- Armadura Placas de Alfor: Una armadura de placas completa, forjada por su clan. No tiene los adornos dorados de las guardias reales de Valtoria, sino que está hecha de una aleación de acero y granito molido, con incrustaciones de obsidiana en los puntos vitales para disipar la energía corrupta. Cada placa está grabada con micro-Runas de abjuración.
- El Ojo del Vacío: Un amuleto que cuelga de su cuello, regalo de su padre. Es una pieza de obsidiana en bruto, pulida por el tiempo, que vibra y se enfría al tacto cuando la energía de la fisura fluctúa, sirviendo como un sistema de alerta temprana.
Legado e Impacto en Lithernia
El legado de Korgan Yelmo-Pétreo no se medirá en canciones cantadas en tabernas o en estatuas erigidas en plazas públicas. Es un Heroes anónimo, un pilar invisible que sostiene una esquina del mundo mientras los reinos de arriba comercian, guerrean y viven sus vidas, ignorantes del abismo que se agita bajo sus pies.
Su impacto en Lithernia es la catástrofe que no sucede cada día. Es el monstruo que no emerge, la plaga de corrupción que no contamina las aguas de Valtoria, la oscuridad que permanece encadenada. Si tiene éxito, su nombre y el de su clan se perderán en el tiempo como una nota a pie de página en la historia del Clan Picohierro. Si fracasa, su nombre será recordado solo como el del último guardián que cayó antes de que el horror inundara el mundo. Su existencia es una prueba silenciosa de que los mayores actos de heroísmo son a menudo aquellos que nunca se conocen.