La Profecía del Silencio
En los susurros de los sabios y en los grimorios más antiguos de Lithernia, yace una profecía menos conocida que la del Retorno del Rey, pero infinitamente más temida. No habla de un Heroes ni de una era de paz, sino del sonido que preserva al mundo de su propia memoria rota. Es la Profecía del Silencio, un augurio atado al tañido incesante de una campana solitaria, cuyo cese anunciaría el despertar de las calamidades dormidas. Se dice que mientras la Campana del Velo Quebrado resuene, el eco del Lilium permanece contenido y la furia del Rey Sellado duerme. Pero si el silencio cayera sobre la Cima del Eco, Lithernia enfrentaría una oscuridad que ni los dioses podrían volver a encadenar.
La Campana del Velo Quebrado
Tras el devastador Cataclismo del Lilium, cuando los dioses contemplaron el mundo arrasado y al Primer Rey sellado en su prisión eterna, comprendieron que su victoria había dejado una herida incurable en el tejido de la realidad. La agonía inmortal del Rey y la energía caótica del Lilium generaban un “eco psíquico” que envenenaba el maná y amenazaba con volver a desatar el caos. Como un acto de contención desesperada, una facción de deidades —liderada por Taladrios, el dios del tiempo, y Arzia, la diosa de las estrellas— forjó un artefacto de poder inmenso: la Campana del Velo Quebrado.
Forjada con metal estelar y templada en las aguas del tiempo, la campana fue consagrada en la Cima del Eco Solitario, un pico inaccesible en las cordilleras que separan Valtoria de Eldrador. Su propósito no es físico, sino arcano: su tañido constante emite una resonancia mágica que calma la agitación del Tejido del Maná, adormece la conciencia del Primer Rey en su cautiverio y suprime las brasas latentes del Lilium esparcidas por el mundo.
Los Vigilantes del Silencio
La tarea de mantener la campana sonando recae sobre una orden monástica conocida como los Vigilantes del Silencio. Fundada por un pacto entre las primeras generaciones de mortales que buscaban el equilibrio, esta orden está compuesta por ascetas de todas las razas que han renunciado a su nombre, su clan y su pasado.
- Voto de Silencio: Los Vigilantes no hablan, comunicándose mediante un complejo lenguaje de signos y escritura. Creen que cualquier sonido que no sea el de la campana es una distracción que debilita el gran ritual.
- El Ritual del Tañido: La campana es demasiado grande para ser movida por el viento. Es tañida manualmente, día y noche, en turnos de meditación y esfuerzo físico. Los monjes utilizan un gigantesco mazo de madera de roble ancestral y metal rúnico, y cada golpe debe ser preciso para mantener la resonancia armónica.
- Aislamiento: Viven en el Monasterio del Eco Eterno, un complejo tallado en la propia montaña, autosuficientes y aislados del mundo. Rara vez reciben visitantes y desconfían de todos los que se acercan, pues saben que muchos codician el poder de la campana o el caos que su silencio desataría.
El Augurio del Silencio
La profecía en sí no está escrita como un único texto, sino recopilada a partir de visiones de oráculos élficos, Runas enanas y cantos de marineros de Galvorn que sintieron el cambio en los vientos. Describe una secuencia de calamidades que ocurrirían durante siete días si la campana enmudeciera.
Cuando la campana enmudezca, las lágrimas del Lilium volverán a caer, y las cadenas del Rey Sellado temblarán.
- El Primer Día de Silencio: La tierra llorará fuego. Las cicatrices del Lilium se reabrirán. Volcanes inactivos en Mor’dhul y Valtoria entrarán en erupción, surgirán géiseres de fuego arcano en los bosques de Eldrador y el mar alrededor de Galvorn hervirá en zonas aleatorias. La magia de fuego se volverá inestable y peligrosa.
- El Segundo Día de Silencio: Las sombras de las ruinas se alzarán. Los espíritus de los caídos en la Gran Guerra y el cataclismo despertarán. Ciudades malditas como Mirallos y Estriedana se convertirán en focos de actividad espectral incontenible. Los muertos ya no descansarán, y la necromancia se fortalecerá exponencialmente.
- El Tercer Día de Silencio: La voz del Rey Prisionero susurrará en los sueños de los ambiciosos. Sin la “canción de cuna” de la campana, la conciencia del Primer Rey despertará. Comenzará a proyectar su voluntad, tentando a mortales con poder, conocimiento y promesas de venganza contra los dioses. Figuras como Lord Aethel y los cultos secretos serían sus primeros objetivos.
- Del Cuarto al Sexto Día: La duda envenenará los corazones. El caos creciente y los susurros del Rey fracturarán las alianzas. La paranoia se extenderá por los reinos. El Rey de Eldrador acusará a Valtoria de sabotaje, Galvorn cerrará sus puertos y Sel’thirak iniciará una purga brutal en Mor’dhul, temiendo la influencia del Rey en su pueblo.
- El Séptimo Día de Silencio: Una Lanza Celestial cederá su poder. La presión psíquica del Rey, ahora totalmente despierto, se concentrará en el eslabón más débil de su prisión. Una de las Cuatro Lanzas Celestiales (Requiem, Ultimatum, Mortum o Chronos) verá su sello debilitado. La lanza no se romperá por sí sola, pero se volverá vulnerable, permitiendo que un mortal digno —o un villano poderoso— pueda reclamarla, cumpliendo así la profecía del Retorno del Rey en las peores circunstancias posibles.
Facciones e Intereses
La existencia de esta profecía es un secreto celosamente guardado, pero las facciones más poderosas conocen fragmentos de ella, guiando sus acciones:
- El Rey Sel’thirak: Para el Rey-Dios de Mor’dhul, la Profecía del Silencio es la prueba de que el Primer Rey debe permanecer sellado a toda costa. El silencio de la campana es su peor pesadilla, pues el caos resultante podría derrocarlo. Es posible que, en secreto, envíe Recursos o agentes para proteger a los Vigilantes, considerándolos un mal necesario para mantener el orden divino.
- Cultos del Primer Rey: Ciertas facciones de Tieflings y Humanos que veneran al Primer Rey como un mártir ven en la profecía un manual de instrucciones. Silenciar la campana es el primer y más crucial paso para liberar a su verdadero señor. Un grupo de estos fanáticos podría ser el principal antagonista en una campaña centrada en este misterio.
- La Torre de las Estrellas y los Sabios de Eldrador: Eruditos como el Archimago Thalios conocen el peligro y buscan formas de reforzar el poder de la campana o crear una contramedida. Temen que la profecía sea inevitable y estudian formas de mitigar el desastre.
- Lord Aethel “El Cruel”: Un oportunista como Aethel vería el caos desatado por el silencio de la campana como la tormenta perfecta para su ascenso. Podría intentar provocarlo para debilitar a Sel’thirak y posicionarse para reclamar la Lanza Celestial debilitada, creyendo que puede controlar al Rey o usurpar su poder.
El Silencio en Campaña
La Profecía del Silencio ofrece un motor narrativo de alta tensión para una campaña en Lithernia.
- La Última Vigilia: Los aventureros son contactados por un Vigilante moribundo o una visión de la diosa Arzia. Deben viajar a la Cima del Eco Solitario para descubrir que la orden ha sido masacrada por un culto y la campana está a punto de detenerse. Deben asumir el ritual y defender el monasterio de oleadas de enemigos.
- La Cuenta Atrás: La campaña comienza con la noticia de que la campana ha enmudecido. Los PJs tienen siete días para llegar al monasterio y restaurar el sonido. Cada día que pasa, el DM puede describir cómo el mundo se degrada según los versos de la profecía, aumentando la urgencia y el peligro de su viaje.
- El Dilema de la Campana: Los héroes descubren que la resonancia de la campana, si bien protege al mundo, está matando lentamente a una tribu inocente que vive en las faldas de la montaña (por ejemplo, Goliaths o Genasi de tierra). ¿Sacrificarán a los pocos para salvar a los muchos, o buscarán una tercera opción imposible, como reemplazar la campana con un nuevo ritual?
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