Los Edictos Arcanos de Aethelgard
Los Edictos Arcanos de Aethelgard constituyen el código de leyes mágicas más influyente y reconocido en los reinos civilizados de Lithernia. Nacidos de la devastación del Cataclismo del Lilium y forjados durante el Amanecer Sombrío de la Era Crepuscular, estos edictos no son meras regulaciones, sino un desesperado intento de los mortales por imponer orden a un poder que una vez casi los aniquila. Representan la delgada línea que separa el uso de la magia como herramienta de creación y su potencial como arma de destrucción absoluta, un recordatorio perpetuo del precio de la arrogancia frente al Tejido del Maná.
Historia y Origen: La Sombra del Lilium
Tras la caída del Primer Rey y la ira de los dioses manifestada en el Lilium, el mundo se sumió en una era de caos. La magia, antes un río de poder, se convirtió en un torrente salvaje e impredecible. Las líneas de maná se fracturaron, y el conocimiento arcano se corrompió o se perdió. Durante el caos del Cultos_y_sectas_del_Alzamiento_de_las_Sombras, cultos oscuros, nigromantes y brujos prosperaron, utilizando el poder desenfrenado para sus propios fines destructivos.
En respuesta a esta anarquía, los arcanistas más sabios y poderosos de los reinos supervivientes se reunieron para formar el Concilio de Magos. Entre sus miembros más venerados se encontraba el archimago Aethelgard el Prudente, un Erudito humano que había dedicado su larga vida a estudiar los patrones del Maná en las cortes de Eldrador y en las profundidades de Valtoria. Aethelgard argumentó que, para evitar que la historia se repitiera, los mortales debían establecer límites autoimpuestos. Sostenía que la rebelión del Primer Rey no fue solo un acto de desafío, sino una lección sobre los peligros de un poder sin control.
Durante décadas, Aethelgard y el Concilio trabajaron para compilar, clasificar y legislar sobre cada disciplina mágica conocida. El resultado fue el corpus de leyes conocido como los Edictos Arcanos, un marco diseñado para guiar a los lanzadores de Conjuros y proteger la realidad misma.
Principios Fundamentales
Los Edictos se basan en tres principios sagrados, diseñados para evitar otro cataclismo:
- La Preservación del Tejido: El Tejido del Maná es la fuente de toda magia y debe ser protegido de tensiones, desgarros o corrupción. Cualquier acto que debilite o contamine el Tejido de forma irreversible es un crimen contra toda vida.
- La Salvaguarda de la Realidad: Las fronteras entre los planos son frágiles desde el Lilium. La invocación de entidades de reinos de pura malicia o caos, como Demonios o abominaciones del Vacío, está estrictamente prohibida, pues cada invocación debilita las barreras que protegen a Lithernia.
- La Prohibición de la Deificación Mortal: La rebelión del Primer Rey demostró que la ambición de un mortal por alcanzar el poder divino puede atraer la ira de los dioses y la ruina del mundo. Por ello, cualquier ritual o acumulación de poder cuyo fin sea ascender a la divinidad se considera la máxima herejía.
La Clasificación Arcana
Para aplicar estos principios, Aethelgard clasificó toda la magia en tres categorías, cada una con sus propias leyes y consecuencias.
I. Magia Sancionada: El Camino de la Creación
Comprende las escuelas y prácticas mágicas consideradas seguras y beneficiosas para la sociedad. Su enseñanza es abierta en las academias de los reinos que acatan los Edictos.
- Abjuración: La magia de protección es venerada, especialmente en Eldrador, donde se utiliza para levantar barreras que protegen ciudades enteras.
- Adivinación: La búsqueda de conocimiento y la previsión del futuro se consideran herramientas vitales. Los altos elfos de Sunwood y los eladrines son maestros en este arte, y sus visiones a menudo guían las decisiones de los nobles.
- Encantamiento y Transmutación: Pilares de la civilización de Valtoria, donde los Enanos y Gnomos la usan para imbuir objetos con poder, moldear la roca y forjar maravillas de la artesanía.
- Evocación Controlada: Hechizos elementales de uso práctico, como los que emplean los magos de Galvorn para controlar los vientos o calmar las aguas, son permitidos siempre que su uso sea medido.
- Ilusión Menor: El arte de crear imágenes y sonidos se considera una forma de arte y entretenimiento, común entre los bardos y magos de feria.
II. Magia Restringida: La Senda del Riesgo
Esta categoría incluye disciplinas poderosas que, si bien no son inherentemente malvadas, conllevan un riesgo significativo para el lanzador o para el Tejido del Maná. Su práctica está limitada a arcanistas licenciados, miembros de élites de confianza o instituciones especializadas.
- Absorción de Maná: La arriesgada técnica de extraer energía de fuentes externas. Un error puede causar una sobrecarga fatal en el lanzador o dañar la línea ley de la que se extrae. Solo magos entrenados en la Torre de las Estrellas de Valtoria o en academias secretas de Eldrador reciben permiso para intentarlo.
- Mezcla de Conjuros: Considerada una “técnica prohibida” por los tradicionalistas, los Edictos la clasifican como restringida. Fusionar dos hechizos ejerce una tensión inmensa en el Tejido, y un fallo puede tener consecuencias caóticas. Solo los “Tejedores de Hechizos” más expertos, a menudo bajo supervisión, pueden practicarla.
- Invocación Elemental Mayor: Convocar a elementales poderosos o criaturas de otros planos benignos (como los celestiales) requiere licencias especiales, pues estas entidades pueden descontrolarse y causar estragos.
- Conjuros Estelares: Este campo de magia, recientemente descubierto, está bajo intenso escrutinio. Su poder, extraído directamente de los cuerpos celestes, es inmenso y sus efectos a largo plazo sobre el Tejido del Maná son desconocidos.
III. Magia Prohibida: Crímenes contra la Realidad
Estos son los actos arcanos considerados tabú. Practicarlos es invitar a la destrucción y acarrear las más severas penas, que a menudo incluyen la ejecución o el sellado mágico del alma del infractor.
- Necromancia y la Profanación del Alma: La manipulación de los muertos y el tráfico de almas es el crimen más común y perseguido. Se considera una afrenta directa al ciclo de la vida y la muerte regido por los dioses, y una corrupción del espíritu. Los clanes de Mor’dhul, como el Clan Whisper de Chéga, son los mayores infractores de este edicto.
- Magia del Lilium y del Caos Primordial: Cualquier intento de canalizar o replicar El_Cataclismo_del_Lilium del Lilium es la herejía definitiva. Se considera un acto de locura suicida que podría desencadenar una Segunda Caída, consumiendo el mundo por completo.
- Demonología y Pactos Oscuros: Abrir portales a los planos inferiores para convocar Demonios o pactar con entidades malignas está terminantemente prohibido. Se rumorea que nobles ambiciosos como Lord Aethel “El Cruel” han violado este edicto en su búsqueda de poder.
- Alteración Temporal a Gran Escala: Manipular el flujo del tiempo, más allá de pequeños Conjuros de aceleración o ralentización, es una ofensa directa contra el dios Taladrios y la propia estructura del universo, anclada por la lanza celestial Chronos.
Aplicación y Jurisdicciones
Aunque los Edictos de Aethelgard son un ideal compartido, su aplicación varía enormemente entre los reinos.
- Valtoria: Guardianes de la Ley: El reino enano es el más estricto seguidor de los Edictos. La Torre de las Estrellas actúa como un cuerpo regulador, supervisando toda actividad mágica. Los “Hijos de la Luna” son confinados y entrenados para controlar sus poderes, mientras que los “Cazadores de Sombras” que practican magia prohibida son perseguidos sin piedad.
- Eldrador: El Privilegio de la Nobleza: El reino élfico respeta los Edictos, pero su aplicación está mediada por el sistema de castas de la “Mano de Hierro”. La alta nobleza tiene acceso a magia restringida como un derecho de nacimiento, mientras que las clases bajas están limitadas a las artes sancionadas. La “policía secreta” del rey caza a los “Magos Negros” que practican artes prohibidas, viéndolos como una amenaza a la estabilidad de su orden.
- Galvorn: El Pragmatismo del Mar: En el reino marítimo, los Edictos se interpretan con flexibilidad. La ley se preocupa más por los resultados que por los métodos. Mientras un hechizo no interrumpa el comercio, hunda barcos o cause pánico, las autoridades suelen mirar para otro lado. Sin embargo, cualquier magia que amenace la seguridad marítima se castiga con la misma severidad que la piratería.
- Mor’dhul: La Burla de los Edictos: El Reino de la Muerte no solo ignora los Edictos, sino que los considera un manifiesto de la debilidad de sus enemigos. Las artes prohibidas como la nigromancia, la magia de sangre y los pactos oscuros son el pilar de su poder militar y político. Para Mor’dhul, el poder arcano no tiene más límite que la voluntad de quien lo empuña.
El Legado de Aethelgard en la Era Actual
Hoy en día, los Edictos Arcanos son más relevantes que nunca. Son una de las fallas ideológicas que alimentan la Gran Guerra, enfrentando a los reinos que buscan el orden contra un imperio que prospera en el caos. Sin embargo, la Profecía del Retorno del Rey plantea un dilema existencial para los seguidores de Aethelgard: si el Heroes elegido debe “purgar las creaciones fallidas de los dioses”, ¿es su misión una violación de los Edictos o su cumplimiento definitivo?
En un mundo al borde de un nuevo cambio de era, los Edictos de Aethelgard sirven como faro y como grillete, un legado de sabiduría y miedo que definirá si la magia de Lithernia será su salvación o, una vez más, su perdición.
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