La Sombra del Héroe
La historia de Lithernia no solo se escribe con la luz de los Heroes victoriosos, sino también con la tinta oscura de aquellos que, habiendo alcanzado la gloria, cayeron en la desgracia. Estos son los héroes rotos, las Leyendas mancilladas cuya caída sirve como advertencia perpetua. En un mundo marcado por la ambición de los dioses y las cicatrices del Lilium, la línea que separa al salvador del monstruo es tan fina como el filo de una espada.
Los relatos de estas figuras, conocidas como las “Sombras del Heroes”, se cuentan en susurros en las tabernas de Galvorn, se estudian como casos prohibidos en las academias de Eldrador y se utilizan como fábulas de terror en los cuarteles de Mor’dhul. Nos recuerdan que el poder, la pena y la búsqueda de justicia pueden convertirse en las semillas de la más profunda corrupción.
Kaelen, el Puño del Rey
- Era: La Era del Primer Rey.
- Origen: Humano, General Supremo de los ejércitos mortales.
- El Heroes: Kaelen fue la mano derecha del Primer Rey, un estratega brillante y un Guerrero sin par. Lideró a la humanidad y sus aliados en la guerra contra los dioses, convirtiéndose en un símbolo viviente de la rebelión mortal. Se decía que su voz podía inspirar a un millar de hombres y que su lealtad al Rey era tan inquebrantable como las montañas de Valtoria. Luchó hasta el final, viendo a su monarca caer ante las Lanzas Celestiales.
- La Caída: Kaelen sobrevivió al Cataclismo del Lilium, pero El_Cataclismo_del_Lilium no solo arrasó su mundo, sino también su alma. Atrapado entre la vida y la muerte por una extraña maldición, su dolor se transformó en un odio nihilista. Culpó a los nuevos dioses y a sus “creaciones fallidas” por la pérdida de todo lo que amaba. Su esperanza de un mundo unificado se pudrió, dejando solo el deseo de ver arder el nuevo orden.
- El Legado: Kaelen, ahora conocido como el “Espectro de Ceniza” o el “Primer Cazador de Sombras”, es una leyenda aterradora. Se dice que vaga por los páramos más desolados y las ruinas de la era de su Rey, una figura atormentada cuya rabia nunca se ha enfriado. Caza a los clérigos más devotos de los nuevos dioses y destruye sus templos, viendo en cada acto una venganza póstuma por su rey caído. Para quienes buscan cumplir la profecía, Kaelen es una figura ambigua: un posible aliado con un conocimiento inmenso de la era perdida, o un obstáculo consumido por una locura que podría destruir a todos por igual.
Lyra de la Mirada Estelar
- Era: Los primeros siglos Post-Lilium.
- Origen: Eladrin, Suma Oráculo de Arzia en Eldrador.
- La Heroína: En los años de caos que siguieron al cataclismo, Lyra fue un faro de esperanza para los elfos. Sus visiones, otorgadas por la diosa de las estrellas, guiaron a su pueblo a través de hambrunas y guerras, permitiendo la fundación de la ciudad de Sunwood. Su sabiduría era legendaria y su conexión con el cosmos, incuestionable.
- La Caída: Obsesionada con entender la naturaleza del Lilium para prevenir otro desastre, Lyra llevó sus poderes adivinatorios al límite. Meditó en los lugares más marcados por el fuego divino, buscando respuestas en el tejido roto del Maná. Lo que encontró allí la quebró. Vio la verdad desnuda de la arrogancia divina, la indiferencia cósmica y la futilidad de la lucha. Su mente se hizo añicos y sus profecías se tornaron oscuras. Comenzó a predicar que los dioses eran el verdadero mal y que solo una “Segunda Caída”, una purga de fuego que consumiera tanto a mortales como a inmortales, podría limpiar Lithernia.
- El Legado: Declarada hereje por la nobleza élfica, Lyra fue exiliada. Ahora es una paria conocida como “La Sibila Silente”. Su historia es una advertencia en Eldrador sobre los peligros del conocimiento prohibido. Se rumorea que fundó un culto nihilista, los “Hijos de la Ceniza”, que operan en secreto desde las ruinas del mundo, buscando artefactos o rituales que puedan invocar de nuevo el Lilium. Representa la tentación de la desesperación, la idea de que la destrucción total es la única solución posible.
Borin Hachapetra, el Guardián Traidor
- Era: Hace unos 500 años.
- Origen: Enano, miembro de los Escudos de Valtoria.
- El Heroes: Borin era el epítome de las virtudes enanas: fuerte, leal y con un sentido del deber forjado en acero. Tras defender un paso montañoso contra una horda de Mor’dhul casi sin ayuda, fue honrado por la Reina y el Concilio de la Montaña. Se le encomendó la custodia de un artefacto de la era pre-dracónica, una gema pulsante hallada en las profundidades que emanaba un poder inestable.
- La Caída: Durante décadas de vigilia solitaria en una bóveda sellada, la Gema Susurrante comenzó a hablarle. Le mostró visiones de la grandeza de Valtoria, pero también de su fragilidad. Le convenció de que los tratados con los elfos eran una debilidad y la diplomacia con los Humanos, una pérdida de tiempo. La gema alimentó su orgullo enano hasta convertirlo en una xenofobia paranoica, prometiéndole el poder de animar la propia montaña para crear una fortaleza inexpugnable. Borin sucumbió y trató de realizar el ritual, pero el poder se descontroló, provocando el colapso de una veta minera entera y la petrificación de un valle sagrado.
- El Legado: Borin fue detenido y exiliado, convirtiéndose en el más infame de los “Cazadores de Sombras” Enanos. Su nombre es sinónimo de traición y de cómo las mejores intenciones pueden corromperse por el orgullo. Se cuenta que él y sus pocos seguidores aún viven en las profundidades más oscuras y olvidadas, buscando la forma de recuperar su “legado” y terminar la obra que la gema le encomendó. Su historia es un recordatorio constante en Valtoria de que las mayores amenazas no siempre vienen de fuera.
Lord Malakor, el Libertador Caído
- Era: Actual.
- Origen: Tiefling, nacido como Descastado en Mor’dhul.
- El Heroes: Malakor surgió de los barrios bajos como una llama de rebelión. Con un carisma arrollador y una fuerza indómita, unió a esclavos fugitivos, Orcos descontentos y parias de todo tipo bajo un mismo estandarte. Invocaba el espíritu del Primer Rey no como una figura divina, sino como un mortal que se atrevió a desafiar la tiranía. Sus seguidores lo veían como un libertador destinado a purgar la crueldad de los clanes y de Sel’thirak. Su mayor triunfo fue liderar la insurrección que tomó la ciudad de Chéneras.
- La Caída: El poder es un veneno lento en Mor’dhul. Una vez señor de Chéneras, Malakor se enfrentó a la cruda realidad: amenazas de clanes rivales, conspiraciones internas y el temor constante a la represalia de Sel’thirak. La paranoia se apoderó de él. Para mantener el control, recurrió a los mismos métodos que había combatido: purgas, ejecuciones públicas para infundir miedo y una policía secreta que espiaba a sus propios ciudadanos. El libertador se había convertido en un reflejo del tirano.
- El Legado: Malakor aún gobierna Chéneras, pero ya no como un Heroes, sino como un déspota temido por su propio pueblo. Su sueño de libertad se ahogó en sangre y miedo. Su historia es una tragedia que se cuenta en Mor’dhul como prueba de que el poder corrompe absolutamente y que el ciclo de violencia del reino es ineludible. Irónicamente, el Rey Sel’thirak parece tolerar su pequeño reino del terror, pues sirve como un poderoso ejemplo para disuadir a otros de seguir el camino de la rebelión.
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