El fuego eterno del lilium
En la espesura profunda de Lithernia, donde los árboles acarician el cielo y los ríos susurran secretos milenarios, nació un cataclismo que marcó la historia para siempre: El_Cataclismo_del_Lilium del Lilium. Esta llama inextinguible no solo arrasó vastas tierras sino que dejó un legado imborrable en las almas y la magia de la región, transformando para siempre el curso de la Era Escamas de Fuego.
La devastación de Lithernia
Impacto inmediato
- Consumo de bosques enteros: Millas de selvas y praderas quedaron reducidas a cenizas, dejando tras de sí un suelo negro y yermo.
- Alteración del clima: Temperaturas elevadas y cielos cubiertos de ceniza oscurecieron los días, propiciando años de sequía y tormentas de fuego.
- Migración y caos social: Pueblos enteros fueron desplazados, su estructura política y cultural fracturada por la necesidad de sobrevivir.
Consecuencias mágicas
La llama eterna no era sólo un fenómeno natural, sino un fuego mágico que impregnó la tierra con un aura inestable y hermosa a la vez. Se manifestaron:
- Emanaciones de magia corrupta: Surgen criaturas deformes y espectros invisibles, surgidos del fuego que nunca muere.
- Catalizador para nuevas escuelas de hechicería: Algunos magos aprendieron a canalizar esa energía destructiva en formas antes inimaginables, dando pie a las artes del Luminocidio y la Pirocrónica Oscura.
El legado actual
A pesar de la devastación, El_Cataclismo_del_Lilium dejó en Lithernia:
- Regiones de cenizas vivientes: Zonas donde la tierra está perpetuamente ennegrecida pero surgen flores abrasadoras y minerales ardientes de valor incalculable.
- Cultura del renacer: Las comunidades que habitan cerca del corazón fúnebre han desarrollado rituales para mantener viva la memoria de la catástrofe, honrando una relación ambivalente con el fuego: destructor y vital.
- Magias únicas: El contacto con las brasas perpetuas otorga poderes raros pero peligrosos, usado solo por los más osados o desesperados.
Conclusión
El_Cataclismo_del_Lilium del Lilium sigue siendo uno de los episodios más oscuros y fascinantes en la historia de Lithernia; símbolo de la devastación y, a la vez, de la promesa de renacer. Su llama inapagable es un recordatorio perpetuo del equilibrio frágil entre la ambición del ser y la naturaleza profunda del mundo, un legado mágico y sombrío que aún susurra en el viento que atraviesa las tierras quemadas.