Los_Dragones_Ancestrales

Los dragones ancestrales

En la vasta historia de Lithernia, pocos seres han dejado una huella tan profunda y misteriosa como los Dragones Ancestrales. Estas majestuosas criaturas fueron los titanes de la Era Dracónica, una época en la que el mundo se hallaba forjado en llamas y magia pura, y cuyo eco todavía resuena en las Leyendas y creencias de todos los pueblos.

Origen en la Era Escamas de Fuego

La Era Dracónica, también conocida como la Era Escamas de Fuego, fue un periodo donde el poder elemental de los Dragones compuso el tejido mismo de la realidad. Cuenta la historia que en esta era, la Tierra fue gobernada por cuatro colosos alados: Ignis, Tal’vorak, Fidriel y Sariel. Cada uno gobernaba un dominio elemental y espiritual, manteniendo el equilibrio natural y el ciclo perpetuo de la vida y la destrucción.

Los Cuatro Colosos Ancestrales

Ignis, el Corazón Ardiente

Ignis — el Primogénito — era el dragón del fuego y la pasión. Su aliento de llamas forjó los valles de lava y los volcanes que conforman ahora las Montañas del Crepúsculo. Los antiguos héroes le rindieron tributo como símbolo de renacimiento y purificación, pues de sus cenizas nacían las civilizaciones y los sueños.

Tal’vorak, el Vigía de las Tormentas

Tal’vorak dominaba los cielos tormentosos, su poder manifestado en rayos y vientos huracanados. Se le atribuía la creación de los grandes mares y tempestades que moldearon las costas de Lithernia. Los marineros y exploradores solían jurar fidelidad a Tal’vorak para que sus viajes fueran protegidos por la furia controlada del dragón celestial.

Fidriel, Guardián de la Sabiduría Eterna

El dragón Fidriel encarnaba el conocimiento arcano y el tiempo. Sus escamas, de un azul profundo y translúcido, se decían contenían la luz de las estrellas y los secretos del destino. Los hechiceros ancestrales buscaban meditar en sus santuarios enterrados para absorber fragmentos de su sabiduría eterna y así guardar la paz entre las razas.

Sariel, la Sombra del Equilibrio

Sariel, el último y el más enigmático, era el señor de la oscuridad y la tierra. Sus alas oscuras se extendían sobre los bosques y las cavernas profundas, lugares donde la esencia de la vida y la muerte se entrelazaban. Se le mostró como el balance vital entre creación y destrucción, un guardián silencioso de los ciclos naturales.

Leyendas y su influencia en la mitología actual

Las historias relativas a estos Dragones ancestrales han permeado la cultura litherniana a través de epopeyas, cantos y rituales. Según antiguas Leyendas, cuando la Era Escamas de Fuego llegaba a su ocaso, los Dragones ascendieron hacia los cielos en una última conflagración, dejando tras de sí un legado de fuego, tormenta, sabiduría y sombra para que la humanidad y las otras razas pudieran aprender y prosperar.

Se cree que en tiempos de gran peligro, los espíritus de estos colosos pueden manifestarse para guiar o castigar, apareciendo en forma de fenómenos naturales extraordinarios o en sueños visionarios a los elegidos.

Costumbres y cultos asociados

En muchas culturas de Lithernia, especialmente en las comunidades que habitan las regiones volcánicas, las montañas tormentosas y los bosques antiguos, se practican ceremonias en honor a cada uno de los Dragones Ancestrales. Estas incluyen:

Estas tradiciones no sólo honran a los Dragones, sino que también fortalecen el tejido social y espiritual de Lithernia, recordando siempre la presencia constante de los poderosos ancestros alados, cuya era fue el origen de la civilización y la magia.

Los Dragones Ancestrales permanecen en la memoria viva del mundo, eternos vigilantes y símbolos inquebrantables del poder, misterio y belleza ancestral de Lithernia. Su leyenda es una puerta abierta a los secretos más profundos del universo y un rastro de fuego que guía a quienes buscan comprender su verdadero destino.

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